HERALDOS DEL RECUERDO, SE LLEVAN TU IMAGEN

Amanezco a media copa de vino


La luz se reciente de sí misma

A través del calor alcohólico tinto, alucinógeno odiado.

Este sorbo tiene tu nombre almendrado de parras embriagantes.

Tiene el calor de tus puñales arsénicos,

Mantiene tu saínes a dieciocho kilómetros de mí.

¡Todo olvido viene con el beso de Baco!

Letra por letra tu nombre, mi epitafio,

Deshojándose están… quedan relegadas

Ya casi no recuerdo tu nombre…

Embriagado avizoro tras el empañado cristal curvo

tu deformado nombre de mi sísmica inspiración

La replico ahora, la procesión de mi tinta empieza…

Calza en la hoja enrojecida tu rúbrica…

o lo que queda de ella…

flOr De cErezO…

Colibrí, vino tinto

MOMENTO MISÓGINO

Hoy aborrezco a todas las que amé.Solo suciedad, asco,

descargando mi cerebro en cabezas insulsas,

que gritan las palabras para que su cerebro primitivo despierte

y genere lo que ha memorizado.

Sesos que ni la potencia puede generar palabras adecuadas

o articulaciones coherentes…

Las detesto e insulto el amor que sentí,

asco, vómito de mis entrañas.

Sopesan en sus egoístas cabezas

la saturación de su yo.

Calculan la fantasía de sus deseos autistas.

Incisiones calamitosas

supuran mi semblante perdido, cansado… enamorado.

Ya no evito las lágrimas.

El filtro se ha roto, ahora el vómito caía inerte y manchaba de letras y palabras sus hojas y sus ojos. Ella se levantó y le dijo: «Anda, eres libre. Puedes volver a escribir ». Pero el écrivain  había olvidado  cómo y por qué escribir, ahora se dedicaba a amar silenciosamente a la luna.